domingo, 17 de mayo de 2009

169. El día que me rendí...

Un día decidí rendirme…abandoné mi trabajo, mi relación, mi espiritualidad…
Quería abandonar mi vida.

Fui al bosque a tener una última conversación con Dios.

“Dios”, pregunté, “Me puedes dar una buena razón para no rendirme?”
Su respuesta me sorprendió.

“Mira a tu alrededor,” dijo. “Ves los helechos y el bambú?”
“Si”, le respondí.

“Cuando planté las semillas de helecho y bambú les di especial cuidado. Les di luz, les di agua. El helecho creció de la tierra con rapidez. Su color verde brillante cubrió la tierra. Pero nada creció de la semilla de bambú. Sin embargo, yo no abandoné el bambú.
El segundo año el helecho creció en forma más vibrante y con más plenitud.
Y de nuevo, nada apareció de la semilla de bambú, pero yo no perdí mis esperanzas en el bambú”

El dijo:
“En el año tres nada había aparecido de la semilla de bambú, pero yo no la abandonaría.
En el año cuatro, de nuevo, no había nada, pero yo no la abandonaría,”

“Luego, en el año cinco un pequeño brote emergió de la tierra. Comparado con el helecho era pequeño e insignificante en apariencia….pero solo 6 meses mas tarde el bambú creció hasta alcanzar una altura superior a los 100 pies.
Había pasado los cinco años echando raíces. Estas raíces lo fortalecieron y le dieron lo necesario para sobrevivir.
A ninguna de mis creaciones le daría un desafío que no pudiese manejar”

El me preguntó. “Sabias, hijo mío, que durante todo este tiempo que has estado luchando, has estado echando raíces. Yo no abandoné al bambú. Nunca te abandonaré a ti.”
“No te compares a otros,”

El dijo, “El bambú tuvo otro propósito que el helecho. Sin embargo, ambos dieron belleza al bosque”

“Tu tiempo vendrá” Dios me dijo. “Alcanzarás grandes alturas”

“Cuan alto creceré?” le pregunté

“Cuan alto crecerá el bambú?” Me devolvió en pregunta.

“¿Tan alto como yo pueda?” le pregunté

“Si.” El dijo, “Dadme gloria creciendo tan alto como puedas”

Dejé el bosque y traje esta historia. Espero que estas palabras puedan ayudarte a ver que Dios jamás te abandonará.

Nunca, nunca, nunca te des por vencido.

Autor desconocido

sábado, 2 de mayo de 2009

168. MADRE

Un homenaje a las mamás y abuelas del mundo!!!
Lo celebres el primer o segundo domingo de mayo, sólo depende de dónde te encuentres en este planeta!!!


Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor.
Y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados;
una mujer que siendo joven tiene la reflexión de una anciana. Y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud;
una mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños;
una mujer que siendo pobre se satisface con la felicidad de los que ama y siendo rica, daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud;
una mujer que siendo vigorosa se estremece con el vagido de un niño y siendo débil se reviste a veces con la bravura del león;
una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un sólo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios...
De esa mujer no me exijáis el nombre si no queréis que empape de lágrimas vuestro álbum, porque ya la vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan vuestro hijos, leedles esta página, y ellos cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vos y para ellos, un boceto del retrato de su madre.

Monseñor Ramón Ángel Jara (Obispo chileno)