sábado, 23 de mayo de 2020

366. Y entonces, Magia


Dejé de insistir donde no había lo que buscaba.
Dejé de pedir en manos cerradas
Dejé de esperar en sillas ocupadas.
Dejé de intentar en un cuerpo ajeno.
Dejé de pretender que el otro entendiera.
Dejé de poner los ojos y la esperanza en corazones que no quería latir al lado mío.
Y entonces, Magia.
Volví a mí, como único destino posible.
Volví a mí, como único camino disponible.
Volví a mí, como el único reencuentro pendiente.
Volví a mí y pude verme las costillas, los dolores y mi alma deshidratada, pidiendo agua.
Y me recibí. Me acaricié. Me perdoné.
Me recosté sobre mi hombro.
Me nombré con mi propia voz.
Y me encontré. Distinta pero intacta.
Me tuve otra vez. Me tengo otra vez.
Y entonces, Magia.
Tengo las llaves de las puertas que quiero abrir.
Acá, adentro. Afuera están las cerraduras.
Pero yo decido dónde y de mi depende cómo.
Yo decido dónde. Yo elijo cómo…

Alejandro Jodorowsky

lunes, 18 de mayo de 2020

365. Gratitud


Un alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El santo llevo al alma a un recorrido por el cielo. Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con ángeles. San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo, esta es la sección de recibo. Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas. El alma miro a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.

Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo, esta es la sección de empaque y entrega. Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuan ocupada estaba. Había tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.

Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, solo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa. Esta es la sección del agradecimiento, dijo San Pedro al alma. ¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?, pregunto el alma. Esto es lo peor, contesto San Pedro. Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento. ¿Cómo uno agradece a las bendiciones de Dios? Simple, contesto San Pedro, solo tienes que decir... GRACIAS DIOS MIO


Autor desconocido