miércoles, 9 de septiembre de 2009

178. Te amé lo suficiente

Algún día, cuando mis hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, les diré:

Te amé lo suficiente, como para preguntarte adónde ibas, con quién y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente, como para insistir en que ahorraras dinero para comprarte una bicicleta, aunque nosotros, tus padres, pudiéramos comprarte una. Esto con el fin de motivar en ti el hábito del ahorro.

Te amé lo suficiente, como para fastidiarte y estar encima de ti, durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto; un trabajo que me hubiese tomado a mí, sólo 15 minutos, pero quería motivar en ti el hábito de limpieza.

Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, desilusión y lágrimas en mis ojos. Los niños deben comprender que los padres no son perfectos.

Te amé lo suficiente, como para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones. Pero, sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que no, cuando sabía que me ibas a odiar por ello.

Esas fueron batallas muy difíciles para mí. Pero ahora, estoy contenta por haberlas ganado, porque al final también las ganaste tú. Y algún día, cuando tus hijos -mis nietos- sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres.

Autor desconocido.

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