jueves, 21 de julio de 2011

245. Mi querida hija

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobretodo trata de entenderme…

Si cuando hablo contigo repito lo mismo, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor…y recuerda, los tiempos en que tu eras niña y yo te leía la misma historia noche tras noche hasta que te quedabas dormida.

Cuando no me quiera bañar, no me regañes… y por favor, no trates de avergonzarme, solamente recuerda las miles de veces que tuve que perseguirte con miles de excusas para que tú te bañaras cuando eras niña.

Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame tiempo para aprender… y por favor, no hagas esos ojos ni esa cara de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente…, como vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida…

El día que notes que me estoy volviendo vieja…, por favor mi querida hija, ten paciencia conmigo y sobretodo trata de entenderme…

Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa o impaciente o arrogante, solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mi es simplemente estar contigo y que me escuches.

Y cuando mis cansadas viejas piernas no me dejen caminar como antes… dame tu mano de la misma manera que yo te la dí a ti cuando diste tus primeros pasos.

Y si algún día te digo que ya no quiero vivir más, que estoy lista para morir… por favor no te molestes ni te enojes porque un día mi querida hija, me entenderás…
Sólo te pido que trates de entender, que a mi edad se alcanza un punto donde no se vive más solamente se existe.

Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así. Sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor y con gran agradecimiento por el regalo de tiempo y vida que tuvimos la dicha de compartir juntas.

Te lo agradeceré con una SONRISA y con el inmenso AMOR que siempre te he tenido.
Te AMO… mi querida hija.


Tu Madre.

Autor desconocido.


También, puedes encontrar otra versión en vídeo, denominada "Cuando yo ya no pueda" y narrada por Mariano Osorio.



No hay comentarios: