jueves, 26 de diciembre de 2013

322. Oportunidades

Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso:
se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa.

Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre.

Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:
"Me prometiste riqueza una buena posición social y una bella esposa.
¡Me he pasado la vida esperando en vano!".

- "Yo no te hice esa promesa"- replicó el ángel-
"Te prometí la oportunidad de riqueza,
una buena posición social y una esposa hermosa".
El hombre estaba realmente intrigado.
"No entiendo lo que quieres decir", confesó.

- "¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio,
pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?".
El hombre asintió con un gesto.

- "Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino".

- "También recordarás", prosiguió el ángel,
"aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos.
En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar sólo por miedo a que los muchos saqueadores que habían te robasen tus pertenencias.
Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa".
El hombre asintió con vergüenza.

- "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado
 el respeto de todos ellos", continuó el ángel.

 - "Por último, recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja,
que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual.
Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo".
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas.

- "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa", dijo el ángel.
"Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos
y hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida".

A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades,
pero muy a menudo, como el hombre de la historia,
las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades.

Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento.
Aún estamos vivos.

Autor desconocido

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