Todo, no se puede.
Cada elección, cada decisión, deja en el camino
otras posibilidades.
Cada cruce de caminos te da opciones y tú, al optar
por ésta, dejas de lado aquella.
Siempre, por óptima que sea una decisión, incluye
un costo, un precio que debes pagar, algo que debes resignar.
Ejercita tu paciencia porque el fastidio, el enojo
y la ansiedad no pueden aportarte nada que valga la pena.
Ser paciente ante una determinada situación, sea
simple y cotidiana o compleja y excepcional, te aportará una dosis de paz mayor
aún que la que la impaciencia te quita.
Ser paciente no es dejadez, desidia, indiferencia.
Ser paciente es aprender a esperar el momento
justo, con una sonrisa, comprendiendo que nada sucede antes de que deba
suceder.
Gabriel Sandler
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