Nadie
camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces
Nadie
llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar
Nadie
deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de la vida
Nadie
puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad
Nadie
consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible
Pero
nadie deja de llegar…
Cuando
se tiene la certeza de un don, el crecimiento de la voluntad, la abundancia de
la vida, el poder para realizarse y el impulso de si mismo.
Autor desconocido
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